Cronología de uno de los casos de abusos más cuestionados de Salta que involucra al hijo del afamado grupo folclórico Los Nocheros.
Por Andrea Sztychmasjter
Durante las audiencias de uno de los juicios de mayor trascendencia mediática de Salta por ser uno de los imputados el hijo del famoso cantante de Los Nocheros se escucharon muchas veces las palabras: pene, felatio, relaciones sexuales, alcohol, marihuana, víctima, supuesta víctima, daño, audios, denuncias, justicia, inocencia, arrepentimiento, disculpas, culpa.
En ningún momento se escucharon las palabras machismo y patriarcado tampoco el concepto de “pacto masculino”.
Marco Lautaro Teruel– hoy condenado a 12 años de prisión efectiva- estaba acusado en una primera causa de abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño en la salud de la víctima en concurso ideal con exhibiciones obscenas agravadas continuadas en concurso ideal con corrupción doblemente agravada por tratarse de una menor de 13 años y por mediar engaño.
En la segunda causa, Teruel fue imputado por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas en coautoría con Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán.
Intervino el fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Federico Obeid.
Respecto a la causa en donde se encontraban imputados los tres jóvenes, Teruel y dos amigos ex compañeros del colegio Salesiano, Silvio Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán -hoy absueltos- de sus declaraciones surge que hasta la actualidad ninguno de ellos cree que esa noche cometieron un delito en perjuicio de su entonces amiga.
Los tres aseveraron que hubo confusión, error en la memoria y diferentes percepciones y modos de ver lo que para la joven fue un aprovechamiento por su condición para avasallar su intimidad.
Sin embargo, ninguno de los que decía ser su amigo frenó la situación y ninguno la resguardó.
En la causa acumulada, Teruel estaba acusado, junto a Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas, en perjuicio de P. F. G. La denuncia fue realizada el 24 de mayo de 2019 y la joven dijo que la violación fue cometida en enero o febrero de 2014 en una de las habitaciones de la casa familiar de Teruel, donde hoy pasa sus días con arresto domiciliario.
Pacto de “caballeros”
El pacto de hombres, o pacto masculino, es un concepto que trabajó la filósofa feminista Celia Amorós. Se trata de una alianza entre varones basada en la complicidad. Este acuerdo entre varones muchas veces es un pacto interclase, es decir, que ocurre entre varones que pertenecen a diferentes estratos sociales, pero los une el ser varones que encarnan valores de masculinidad que son hegemónicos.
«A los hombres les encargo una tarea: ‘Rompan el pacto de hermandad día a día, tengan el coraje de enfrentarse y quejarse cuando otro hombre comete un acto de violencia contra mujeres y trans», señaló la filósofa estadounidense Judith Butler en una entrevista les dijo a los hombres: “Rompan el pacto de hermandad y denuncien los abusos”.
Lautaro Teruel se encontraba acusado en dos causas diferentes. En el primer expediente llegó imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el daño en la salud de la víctima, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada por tratarse de menor de 13 años y por mediar engaño, en perjuicio de I. J. A. La denuncia fue radicada por la madre de la niña el 13 de marzo de 2019.
El juicio se llevó a cabo con tribunal colegiado integrado por los jueces Carolina Sanguedolce (presidenta), María Gabriela González y Pablo Farah (vocales).
Mirá como nos ponemos
11 de diciembre de 2018. Luego que la actriz hiciera pública una denuncia penal a Juan Darthés por un hecho de abuso ocurrido en Nicaragua en el año 2009, con el acompañamiento del colectivo Actrices Argentinas y bajo el hashtag #Mirácómonosponemos las redes sociales se inundaban del repudio hacia el actor y movilizaba a que muchas mujeres pudieran animarse a contar las situaciones de abusos acalladas por años, por miedos y por una sociedad que continúa señalando a las víctimas y no a los abusadores.
Mientras un movimiento mundial se gestaba y tenía réplicas en Argentina, en Salta ocurrió lo propio y luego de la denuncia de Fardin proliferaron los relatos por redes sociales de mujeres que se animaron a contar y a alertar a otras sobre los abusos que sufrieron por parte de jóvenes que gozaban de impunidad.
Fue el caso de una chica que a través de Facebook involucró a Lautaro Teruel y a dos amigos en una situación de abuso ocurrida en la propia casa de un integrante del grupo folclórico Los Nocheros. En esa denuncia pública la joven involucraba a otro músico de una banda salteña:
“A la habitación ingresaron 2 personas más, desnudas, eran mis ‘amigos’, se aprovecharon de esta situación y abusaron, uno abusó de mí, al otro no se lo permití, a pesar de mi estado tuve la fuerza de pararlo de alguna forma que no recuerdo, pero al rato habían pedido un taxi para que me vaya y hasta me acompañó uno de ellos”, relató la joven.
Fue esa denuncia que realizó una salteña uno de los disparadores para que otra joven se animara a contar que también había sufrido abusos por parte de Lautaro Teruel. Luego de un largo camino que incluyó que la chica tuviera que ver la manera de generar una prueba esta semana comenzó el juicio contra el productor musical.
Arrepentido y apuntó contra una de las víctimas
Antes de ser declarado culpable, Lautaro Teruel decidió prestar declaración sin responder preguntas. Fue así que decidió dar su versión de los hechos de los que dijo se encontraba arrepentido.
El arrepentimiento al joven le vino luego que una de sus denunciantes decidiera contar lo que le había pasado de forma pública. Según los audios difundidos, después de esa publicación el joven tomó conciencia de otros abusos que había realizado.
Con respecto a la primera denuncia, referida a abusos cometidos contra una menor de edad al momento de los hechos, el acusado manifestó: “Reconocí los hechos desde el primer instante ante la fiscalía. Es lo que sale en los audios y lo que le reconocí a mis viejos y a la psicóloga, con todo el dolor del mundo”.
“Estoy arrepentido por lo que fui en ese momento. Sé quién soy ahora y quién no quiero ser el día de mañana. Mi intención siempre fue remediar algo que hice y estuvo mal”, expresó. Afirmó que se viene “haciendo cargo” desde hace dos años y medio porque es algo que le “pesa en la conciencia”.
En cuanto al otro abuso denunciado por P. F. G., señaló que “los hechos sucedieron como los relató Silvio Rodríguez”, el coimputado. “Nunca fue mi intención abusarme ni de ella ni de su estado. Nunca la vi mal, nunca tuve una percepción mala de lo que sucedió”, manifestó.
Vienes y te vas
El músico Mario Teruel declaró el segundo día de audiencias y fue el momento de más presencia de medios. El cantante no solamente apuntó contra la madre de la menor que denunció a su hijo asegurando que había prestado falso testimonio, sino que además dejó sentado que la familia de la jovencita buscaba un rédito económico a cambio.
Teruel padre también aseguró frente al Tribunal que su hijo había cometido otro abuso con una hija de una amiga de su hermana.
Sin principio ni final
Una psicóloga del Poder Judicial que evaluó a Marcos Lautaro Teruel señaló que el acusado se encontraba muy angustiado por su situación de detención y por sentirse observado por los demás. La perito señaló que Teruel le contó detalles del hecho por el cual había sido denunciado, reconoció el abuso y trató de justificar su error. La profesional señaló que el joven denunciado tiene una marcada conflictividad en el plano psicosexual.
Por culpa del diablo
Declaró vía remota desde Córdoba, Luciana Pereyra, novia de Teruel. La joven no pidió saber la verdad real de lo que realmente sucedió tampoco pidió justicia por las denunciantes, pidió justicia por su pareja y sus amigos. Declaró que quería que “Se haga justicia por ellos”.
Cosa peligrosa
“Cuando yo salí la dejé con amigos”, declaró el imputado Silvio Rodríguez en referencia al momento del hecho por el que llegó a juicio.
“Nunca hubiera permitido que pase algo así” señaló al referirse a la situación de abuso que expuso la joven. El cordobés se declaró inocente y aseguró que él pensaba que la joven quería tener algo con Teruel después de haber estado con él en una de las habitaciones de su casa, por lo que se vistió y salió de ahí para dejarlos a solas.
En ningún momento habló de un “trío sexual” tal como lo mencionara su amigo Teruel.
El abogado de Rodríguez, Pablo Del Pino, pidió la absolución lisa y llana «por inexistencia del delito», y en caso de condena, solicitó que se mantenga la prisión domiciliaria. Expresó que está defendiendo “a una persona inocente privada de la libertad hace casi tres años.
El dedo en la llaga
El ‘mandato de masculinidad’ que cala en la subjetividad de los hombres impone condiciones violentas de pertenecer; del mismo modo que el ‘pacto de hermandad’ imprime que esa masculinidad implícita y explícita, debe mostrarse y evidenciarse sobre todo ante los pares o cómplices, es decir, ante los demás hombres.
Durante la penúltima jornada de audiencias contra Teruel y sus amigos por abusos, se escuchó un audio que da cuenta cómo el joven percibe el abuso por el que es juzgado, minimizándolo y responsabilizando a la propia víctima de llegar a esa situación.
“Los vagos somos así ‘culiados’, no medimos esas cosas, me entendés… me duele porque me mandé muchas cosas peores que ese día con P (Nombre de la víctima), si se destapa una olla así es mucha info me entendés, te lo cuento a vos porque sos una amiga de confianza. El tema es que bueno yo si estaba de novio en ese momento. Si le querés decir esto a la Stefi, no sé pero estábamos todos alzados pero bueno no sé”.
En otro audio a su amiga, Teruel sostiene:
“Yo le quisiera pedir disculpas si es que estuvo todo mal me entendés, capaz que ella no estaba en sus cabales como quien dice… Me parece raro porque en ese momento parecía que estaba todo bien”.
«Me hubiese gustado la condena de todos los imputados»
Entrevista a la defensora de género, Liza Medrano, querellante en el juicio a Teruel.
Luego de la sentencia a doce años de prisión efectiva para Lautaro Teruel por dos causas de abusos y de la absolución “por el beneficio de la duda” a sus dos amigos Gonzalo Farfán y Silvio Rodríguez, con la defensora de Violencia Familiar y de Género, Liza Medrano, querellante de una de las víctimas y quien se constituyó como una pieza fundamental en el pedido de justicia.
Durante su alegato la defensora querellante por la niña de la primera causa, solicitó una pena de 15 años de prisión para Teruel y que se le revoque la prisión domiciliaria. Aunque no formó parte de la querella de la segunda causa consideró en esta entrevista que las condenas hacia los otros dos imputados se hubiese convertido en un potente mensaje a la sociedad, sobre todo porque ella vivenció la tristeza en el relato de la víctima que denunció a los tres jóvenes, y ello hubiera aportado a que muchas mujeres más se animen a denunciar y se ayude a terminar con algunos estereotipos vigentes contra las mujeres.
«Me hubiese gustado la condena de todos los imputados a fines de ir contra estos estereotipos de cómo debe comportarse una mujer abusada, que no se le va a creer a una mujer que denuncia, o que la víctima no es elemento suficiente para creerle; que todos estos estereotipos hayan quedado sacados de una sentencia. Ahora al haberse absuelto a dos imputados y sobre todo teniendo en cuenta las construcciones defensivas de los dos defensores no sabría en que se fundamenta esa absolución», sostuvo Medrano.
Fue así que insistió en la importancia del testimonio de la víctima y las secuelas que persisten en la salud psíquica y física. En su alegato la abogada se refirió al antecedente de la sentencia conocida como Campo Algodonero para destacar que la impunidad y la falta de sanción envían un mensaje a la sociedad que la violencia hacia las mujeres es tolerada y generan una desconfianza de las víctimas en el sistema de justicia.
La sentencia citada es la primera en la que una Corte adopta la perspectiva de género y el fallo representa un hito en el acceso de las mujeres a la justicia en el ámbito latinoamericano además de un referente simbólico en la defensa de los derechos de las mujeres de México.
La letrada en su alegato contra Teruel fue contundente al citar la normativa jurídica en prevención de la violencia de género y apuntó a que no debe ser tomada como una “mera construcción teórica”. Se refirió a dos estereotipos comunes en casos de denuncias por abusos sexuales: el estereotipo de la mujer mendaz que busca que la responsabilidad recaiga sobre la propia denunciante porque incluso es quien debe buscar una prueba para ser creíble y el estereotipo de la mujer instrumental que es aquel que indica que sí una mujer se anima a realizar una denuncia es porque busca obtener algún otro fin como por ejemplo un resarcimiento económico.
Sobre el veredicto emitido por lxs jueces Carolina Sanguedolce, María Gabriela González y Pablo Farah de la Sala III del Tribunal de Juicio la doctora Medrano consideró: «Hay que ver qué ha merituado el tribunal y ha llevado a que no aplique una condena más grave y en base a eso, en su momento interponer recurso de casación, quizás tuvo en cuenta el arrepentimiento porque hay una declaración que dio Teruel antes de la sentencia, pidió disculpas tanto a mi asistida, a la abuela, como a la otra víctima», señaló.
Medrano hizo hincapié en el valor de ambas mujeres que denunciaron a Teruel y exteriorizó que las dos atravesaron este proceso judicial para evitar que otras jóvenes padezcan lo que ellas sufrieron. Señaló que ambas se acompañaron procesalmente sin conocerse al radicar las denuncias «después se sumó una tercera víctima que también denunció hechos (de abuso sexual) y que dijo de manera clara ‘voy a denunciar para apoyar a las otras dos chicas’».
“Poder denunciar y tener a un agresor preso evita que otras mujeres sigan sufriendo lo que a ellas les hicieron. Máxime cuando nos encontramos con un imputado como Lautaro Teruel cuyo informe psicológico brindó como resultado que veía a una menor de edad como par sexual», señaló la letrada.
Sobre la revictimización que aun hoy sufren aquellas mujeres que se animan a denunciar Medrano consideró que su asistida: «Tuvo que ir frente a su agresor y grabarlo por más de una hora con todo el temor que puede significar para una víctima. Buscó una prueba, la logró obtener, aun así hasta el último momento tuvo que ser revictimizada en los alegatos del defensor técnico del imputado que no paraba de decir que eran incoherencias, que se contradecía, que eran falsas sus declaraciones”.
Teoría del dominio del hecho y coautorías
En su alegato el fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Sergio Federico Obeid, señaló que las pruebas evidenciaron que los imputados mintieron y quedó demostrado que hubo un acuerdo espontáneo y concomitante para acceder a la víctima: “Un cohecho que fue consensuado”, señaló “El consentimiento no se presume”, describió respecto a audios de Teruel donde asegura que la joven había aceptado el consentimiento aunque nunca le consultaron a la víctima.
Según los dichos de Teruel, se encontraban realizando “un trío re picante”, él, su amigo Rodríguez y la víctima. “Lo que intentaron de hacer es justificar y minimizar porque es su modus operandi cuando son descubiertos en hechos de este tipo”, señaló el fiscal.
“Si este hecho fue consentido por qué terminó de manera tan presurosa”, se preguntó el fiscal en referencia a que inmediatamente Farfán y Teruel decidieron esa noche llamar un remis para que se fuera de la casa.
Pese a diferentes pruebas presentadas sobre los sucesos de esa noche el Tribunal de juicio decidió absolver a los otros dos imputados aunque condenar a Teruel.
Medrano ponderó que las defensas de los tres acusados se basaron en estereotipos de género para realizar sus alegatos: «Creer que hay una conducta definida para una víctima de abuso y que no entra en esa conducta volver con su abusador es un estereotipo, es ya un prejuicio y es no entender lo que es una víctima de abusos sexual», manifestó en referencia a los ciclos de violencia que se repiten en las mujeres que han sufrido hechos de violencias.
Prisión domiciliaria
Beneficiado con la prisión domiciliaria, el condenado por abusos pasa sus días en su vivienda familiar hasta mediados de febrero cuando una Junta médica del poder judicial emita una evaluación clínica.
Las repercusiones por la concesión de prisión domiciliaria a Lautaro Teruel por parte del juez Martín Pérez fueron numerosas e incluyeron una movilización en las puertas de Ciudad Judicial por parte de un grupo de mujeres agrupadas en “Madres protectoras” y una apelación presentada por el representante del Ministerio Público Fiscal, el fiscal Federico Obeid.
Las movilizaciones de mujeres sí entraron en un impase luego que en la semana se conociera la muerte de la madre de Teruel. Las del Ministerio Público en cambio, continuaron su rumbo y esta semana se conoció que el fiscal Penal 1 de la de Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual (UDIS), presentó un recurso de apelación contra la acción de habeas corpus por la que el Juzgado de Garantías 1 concedió la prisión domiciliaria a Teruel el 30 de enero de este año.
Madres que reflexionan
La “Moro” como se la conocía, autora de varios éxitos de Los Nocheros, también recibió el acompañamiento de algunas feministas que pidieron “sororidad” con ella puesto que “las madres de los hijos que violan también sufren”, “son mujeres que también necesitan sororidad”, fueron algunas de las frases dichas.
Hubo también quienes sostienen que no todas las mujeres, por el simple hecho de ser mujeres, necesariamente deben recibir la sororidad de otras. “La mujer que te dañó no merece tu sororidad” reza un cartel que gira por las redes de internet. Y así, con diferencias de posturas frente a esto desde Madres Protectoras, reflexionaron:
“Ojalá ninguna atraviese lo que es buscar justicia por un hijx abusadx y que la madre y toda la familia como es en la mayoría de los casos defienda al abusador. Las madres que morimos todos los días en vida en los pasillos del Poder judicial también nos enfermamos. Muchas terminaron con cáncer enfermas psicológicamente, desgastadas en todos los sentidos. Escucho llorar a madres todos los días, para ellas mi sororidad”, señaló Yanela.
Criticas al Servicio Penitenciario
En su presentación de habeas corpus, el defensor de Teruel, Juan Casabella Davalos, hace referencia a la “integridad física y psíquica” del condenado y ofrece diferentes criticas al trato dispensado dentro del Servicio Penitenciario Provincial de Salta (SPPS).
Antes de la domiciliaria Teruel estuvo seis meses internado en la Unidad carcelaria 1 en dependencia del pabellón TALPI, donde compartió junto a otros 10 internos en tratamiento de adicciones. En el escrito se describe que en junta médica los doctores Flavio Esteban Vilte, médico del Servicio Penitenciario, Luciano Torres médico tratante-, Benito Mena -médico del Servicio Penitenciario- y Chanampa -médico del Poder Judicial-, concluyeron que el tratamiento del condenado Teruel debía continuarse respetando condiciones de higiene y que éste podía hacerse en el mencionado pabellón. El escrito en cambio, apunta a que este pabellón está destinado a presos en rehabilitación de sustancias estupefacientes con diferentes tratamientos (psiquiátrico, ambulatorio, disciplinario, etc.), “estas agravan su situación toda vez que los internos allí alojados son personas que en la actualidad se encuentran en proceso de recuperación de adicciones o de otras situaciones afines. mientras que Marcos Lautaro Teruel no reviste tal situación”, consideró su abogado defensor.
En la misma presentación el letrado apunta contra “la errónea administración de antibióticos por el propio Servicio médico del SPPS”, y sin el “debido diagnostico” que hizo empeorar el cuadro de su defendido.
Además, señala: “en actitud absolutamente desmedida y contraproducente, la custodia asignada del SPPS, lo mantuvo encadenado a la cama con una cadena común, trabada a sus tobillos con un candado común, impidiéndole movilizarse y produciéndole excoriaciones (incluso, con ocasionales restricciones de lectura y/o hasta comunicación con sus familiares acompañantes)”.
Señala Casabella que esta situación produce “un agravamiento ilegitimo de las condiciones de privación de libertad subsanable por la vía del Hábeas Corpus, según lo dispone el art. 88, ler párrafo de la Const. Prov”.
Privilegios judiciales
Para Laura Valdez, quien padeció las injusticias de un sistema judicial que revictimiza a las mujeres, (denunció a su ex pareja, el empresario dueño de El Castillo de San Lorenzo, John Hartwell Cocke Johnston) lo sucedido con el caso Teruel “pone a la luz lo que es la verdadera justicia en Salta, acá se ve el privilegio que le dan a un abusador como es Teruel, con prisión domiciliaria por una uña encarnada. Más allá de su afección de salud no decimos que sea abandonado, pero sabemos cómo funciona el sistema carcelario y más con él, porque sabemos que en el sistema hay médicos porque se los pagan. Estamos hablando que se respete la ley, todos hemos visto en los hospitales a presos siendo asistidos, como tiene que ser”.
Agregó que “la prisión domiciliaria es la libertad para los presos siendo que ya tuvo un privilegio de una condena paupérrima. Que siga su tratamiento en la cárcel. Nos dijeron ‘y si le amputan la pierna’, yo respondo que él le amputo la vida para siempre a las víctimas”.
“Los jueces están siendo empleados del poder político y económico, ellos no trabajan para el pueblo, lo vemos con el caso Teruel. Creemos que debe haber una remoción de los jueces que cometen sentencias en contra de las víctimas”, señaló la mujer integrante de Madres Protectoras.